viernes, 4 de diciembre de 2015

Mi hermana y su aniversario

Llegó un día a casa, metida en un canastillo, y aunque yo sabía que no iba a ser un queso de bola, no perdí la esperanza. Fue mucho mejor, había una personita dentro del capazo que me miraba con asombro.

Llegó mi hermana a casa, y empezamos a crecer juntos, a compartir momentos de nuestra infancia como ésas mañanas de fin de semana, tapados con las faldillas de la mesa camilla y comiéndonos kilos de mandarinas mientras veíamos los dibujos animados en TV. Rozábamos y discutíamos en prácticamente todo: desde quién tenía más sitio en el asiento trasero del coche de mi madre hasta los gustos musicales, pero ahí estábamos siempre que nos hiciéramos falta, acompañándonos en los momentos difíciles.

Pero han pasado tantas cosas desde que llegó, y se ha ido tantos kilómetros lejos de casa, que cuando vuelva en Navidad sólo vamos a tener ganas de abrazarnos fuerte.

Hoy es su cumpleaños, no diré cuántos, pero diré y mantendré siempre que no los suficientes. Sara, te quedan muchas velas que soplar aún, muchos tirones de orejas que aguantar, y espero poder estar ahí, si no a tu lado, sí cerca en el corazón. Porque te quiero, porque tengo mucha suerte de que seas mi hermana, y porque no podía mandarte un regalo a tiempo: ¡¡FELICIDADES, HERMANA!!

jueves, 3 de diciembre de 2015

Distopía

¿Qué importará el color de cielo, si es azul, gris, negro o naranja, si ya no quedan pájaros que lo crucen de horizonte a horizonte?

¿Qué importa la especie de un árbol largos años marchito, si ya no revolotean los insectos bajo su sombra inexistente, indistinguible del penumbroso suelo?

¿Para quién quedará el páramo muerto, si ya no hay sonrisas infantiles jugando despreocupadas?

El futuro puede parecer hermoso, evocar imágenes de paz y sosiego a nuestros corazones, pero nuestro cerebro, muy en el fondo, sabe que no puede negarse el fatídico destino al que parecemos irremediablemente avocados.

Ignoramos las señales de la naturaleza, porque desde la cima de la pirámide evolutiva que tenemos grabada a fuego, todo lo que queda por debajo nuestro es para nuestro uso y disfrute, sin darnos cuenta de las responsabilidades inherentes que no respetamos.

Y llegará el último ser humano, el último homínido "superior", la última hembra del simio sin pelo, y tendrá que aceptar el fin cuando sus ansias no puedan ser saciadas, cuando sus pesadillas sean lugar de reposo. Pero ya no habrá solución para la Humanidad...

Seguid consumiendo, vamos por el buen camino hacia la extinción, aunque en mi opinión, se está haciendo larga la espera...

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Conquistando la imaginación

Es paradójico, cuando menos, que el lugar más inaccesible para una persona sea su propio cerebro, el origen de fantasías y limitaciones, nuestro más poderoso órgano y peor enemigo (o mejor aliado).

Imaginemos cómo podríamos llegar a la parte del cerebro encargada de imaginar. Imaginemos un pasadizo justo detrás de nuestra oreja derecha por el que poder entrar, con nuestros miedos e inseguridades a cuestas. Imaginemos que el pasadizo se va estrechando y nos fuerza a soltar nuestra carga poco a poco, hasta que sólo queda nuestro yo desnudo, cubierto únicamente por una sonrisa que nos protege del viento que sopla en nuestra cabeza, el aire de la sabiduría sopla hacia fuera, pretende echarnos de nuestra propia cabeza.

Aguantando el vendaval de la inteligencia podremos traspasar la cortina que nos separa de nuestros sueños, aunque será mejor no hacerles mucho caso si queremos llegar triunfales a nuestro destino último. Los sueños nos seducirán, nos mostrarán lo que queremos conseguir, pero no es real. Nuestros anhelos seguirán lastrando nuestros pies, porque siguen siendo sueños, y como tales, inalcanzables, pero la imaginación es mucho más que sueño y fantasía, es lo imposible y lo inesperado, lo inabarcable de un mínimo punto en un océano salvaje. Por eso no debemos regocijarnos mucho en la parte de los sueños y hemos de continuar el avance.

Quizás sea necesario cabalgar los impulsos neuronales, o puede que sea más efectivo utilizar un hábil truco de magia que nos permita reubicarnos en el centro mismo de la imaginación. Tal vez podríamos esperar a las migraciones de jirafas para montar una, o descender por el río nervioso sobre un junco sensitivo.

Como quieras llegar a tu imaginación es sólo cosa tuya, el camino que escojas puede no estar en un pasadizo tras tu oreja, y puede que ni siquiera estés interesado en llegar a tu imaginación porque tu anodina vida te sacia, pero yo seguiré reivindicándola, buscándola día y noche para no ser noche y día otro esclavo de la rutina.

martes, 1 de diciembre de 2015

Un Diciembre más

Y tras la gloriosa rendición de Noviembre, llegó triunfante Diciembre con su promesa de renovación, de año finado y viejas tradiciones...

Otro año más volveremos a juntarnos las personas queridas para recordar a quienes ya no pueden sentarse a la mesa. Otro año más llegarán las acaloradas conversaciones, los buenos deseos y propósitos, las bandejas de turrón y los compromisos aparentemente inevitables.

Como cada año, el obligado repaso a los hitos alcanzados, a las metas que se mantienen fijas en el horizonte, el balance de nuestras acciones... Creo que éste ha sido un buen año para mi, a pesar de alguna cosilla suelta; bueno para mi crecimiento personal, para afianzar mi independencia y mis lazos emocionales, para incrementar mis capacidades y superar mis limitaciones.

Los cambios se han ido sucediendo imperceptiblemente, las debilidades han mutado en fortalezas, y las barreras continúan su proceso de desaparición. Como los últimos años, no pido nada al futuro año, salvo que el Kharma sea benévolo y mis acciones y palabras sean justas y alegres. Seguiré feliz mi senda, por las bifurcaciones que me marque el destino, intentando elegir con sabiduría y aceptando las enseñanzas de mis errores.

Quizás, con un poco de suerte, pueda seguir soltando mis impulsos neuronales sobre éstos pulsos electromagnéticos que tienen apariencia de letras.

lunes, 30 de noviembre de 2015

Treinta Enes

No, aunque sea el último día del penúltimo mes, no voy a hablar del 30 de Noviembre.

Las novedades vienen de otro lado, del lado de la Gorgona, que lleva ya más de 2000 km bajo mis nalgas y entre mis manos.

Ya estamos buscando destinos, paisajes a descubrir y rutas por explorar. Ya tengo pensadas tantas cosas que hacerle, que no sé si podré esperar a los días libres que tengo por delante...

Se hizo esperar, pero el carnet de conducir no me corría prisa, como no me corre prisa circular, en bici o en coche.

Y con éstas, hacen ya treinta enes.

Archivo de la bitácora