miércoles, 18 de mayo de 2016

Tras la Pantumacona

Tras un fin de semana en Barcelona, celebrando la Pantumacona, plagado de bicicletas, amistades y actividades relacionadas con la bicicleta y diferentes tipos de movimientos sociales, llegó la pantubajona.

La verdad es que la sensación de cansancio el lunes llegando a casa sólo fue equiparable al nivel de energía con el que regresé. Hecho fosfatina pero contento y emocionado. Casi me quedo dormido en el tren un par de veces, y no aguanté ni media hora despierto al llegar a la habitación.

Desde el viernes, que ya tenía ganas de juntarme con mi amiga Cris, hasta el lunes en la despedida con la gente de la Masa Crítica de Barcelona, ha sido un no parar de risas, bailes, cachondeo y buen rollo. Y eso sin contar las cervezas ni los aliños para tabaco... He conocido a la magnífica gente de Getafe (que ya tienen hueco en mi corazón), me he reencontrado con mis amigas de la BiciCrítica de Madrid (a quienes echaba de menos más de lo que voy a reconocer), la gente de Barna ha seguido acogiéndome como a una más (más hueco en la patata). Me siento muy afortunado de estar rodeado de tanta gente estupenda ^__^

La despedida no fue tal, si no un hasta luego. Me infiltraré en la Masa Crítica de Terrassa (que me pilla cerca de casa) y en la de Barcelona (que me pilla más retirada pero me han caído muy bien), intentaré pasar por la de Madrid más a menudo (aunque esto ya es bastante difícil).

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