martes, 28 de marzo de 2017

Espejo reflejado

Los espejos no reflejan la realidad, la deforman según nuestro cerebro quiera ver el resto de la realidad. Pero ¿qué pasa cuando el mismo espejo te devuelve la mirada en una transición de sensaciones y sentimientos, justo cuando pasamos de un estado de ánimo a otro diferente?

¿Qué es lo que ven los ojos del otro lado, qué pensamientos le surcan la cabeza mientras nos observa? Hay días en que miro sin ver a ése desconocido que me devuelve una ojeada suspicaz, hay días que busco un atisbo de reconocimiento o aprobación en su mirada y lo único que veo es el infinito. Hay días en que ni siquiera me importa cómo me veo, o cómo me pueden ver los demás, y por el chochillo del ojo veo mis propios reflejos buscándome.

Al otro lado del espejo siempre parece hacer mejor tiempo, siempre parece todo más fácil. Otra trampa de la pulida superficie del cristal, ésas dos dimensiones que atraparon al general Zod (cuyo predecesor fue el reflejo del agua que provocó que Narciso se ahogara), devuelven una mirada calmada, fría y calculadora, observan con interés científico el momento en que nos sustituyan... O a lo mejor su vida es símplemente mejor en el otro lado del vidrio y lo de antes paranoias mías...

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