lunes, 24 de diciembre de 2018

Adios hermano

Hace una semana ya que recibí la llamada con la mala noticia. Como hace un año nos pasó con el maestro JuanmaK, y como hace catorce que le pasó a Inma, la persona que llamó.
Te fuiste de repente, Antonio. Acababas de dejarnos atrás a todas, empezando por Auri, con las bicis y las alforjas, con todos esos recuerdos bonitos de tantos momentos al lado de tu sonrisa. Te llevaste el resto de tus sabias conversaciones, la promesa de ése café o aquellas cervezas que nos íbamos a tomar. Nos dejas un vacío en la Masa Crítica, pero has llenado tantos corazones, has ayudado a crear tantas utopías y compartido tantas anécdotas; te vamos a echar de menos, mucho, pero nos sentimos muy agradecidas de haber tenido la oportunidad de pedalear a tu lado, más o menos kilómetros.
Particularmente, he sido afortunado de haber podido llamarte amigo y hermano, de haber tenido conversaciones sobre rock clásico, sobre libros que me aconsejaste leer (y que tengo pendientes), sobre la vida allá en México, o consejos de cicloturismo. Tantas cosas tengo que agradecerte, Antonio, que se me atoran entre la cabeza y el teclado, y se aturullan las palabras.
Te recordaremos, con tu actitud sonriente ante la vida, y brindaremos por tu recuerdo, entre lágrimas y risas.
Que encuentres un buen sillín Brooks, allá donde hayas ido.

Archivo de la bitácora