lunes, 28 de marzo de 2016

Para mis alicantinas

Queda poco para que vuelva a cambiar de ubicación, para volver a buscar personas nuevas que me acompañen en mi día a día. Dejaré atrás mucha buena gente, amigos, amigas, experiencias con personas que me han aportado conocimientos y agradables ratos, desde una lejana noche en la que, mientras leía en la terraza de un bar, me invitaron a sentarme en una mesa con más gente...

No será un adiós, si no un hasta luego, porque son ése tipo de personas con las que, a pesar de las distancias, intentaré mantener el contacto. Quedarán en mis recuerdos de Alicante, en mi agenda de contactos y entre los sentimientos de mi corazón. Me han ayudado a integrarme en un barrio que era nuevo para mi, y que se va a quedar hermanado con Vallekas en mi memoria, con la cercanía de vecinas y vecinos, su aroma a chimenea en inverno, su tranquilidad y amabilidad.

No voy a poner ningún nombre, por miedo a dejarme a alguien, por lo injusto del orden de una lista que da más importancia a los primeros en ser nombrados. Porque de todas ésas personas me llevo algo, un recuerdo, un momento compartido, un secreto que se quedará en aquél instante de confidencia... Sonrisas y sentimientos, cafés y cervezas, charlas animadas y silencios cómplices. Debates y conversaciones que mostraban las diferencias y coincidencias, siempre respetuosas para poner ése punto de distinción entre pensamientos, para acordar igualdades de origen intelectual.

Han ido cambiando, unos se han alejado un poco, otros han llegado a última hora, otros se mantienen ahí en mayor o menor medida. Me han brindado sus casas y corazones, su tiempo y su amistad, sin pedir nada a cambio salvo, quizás, otra ronda o 5 minutos más de charla.

Gracias a todxs,porque en realidad, no os quedáis ahí, os venís en mi corazón. Os quiero.

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