viernes, 22 de abril de 2016

Primeras impresiones

3 semanas después de mi traslado a Cataluña, las primeras impresiones, a nivel de curro, son bastante buenas. El equipo lo componen personas agradables, la camaradería y el sano cabronismo predominan, y la gente me está acogiendo como si fuera un antiguo compañero que regresa como el hijo pródigo. Por la parte de la consultora, la cosa cambia, porque parecen empeñados en darme más trabajo del que deberían quitarme. Ya escribiré más a fondo de la charcutera en cuestión...

A nivel emocional, al no tener apenas tiempo libre, y del poco que he tenido, apenas he estado por aquí, pues la verdad es que tranquilo. Alterno días alegres y sonrientes con ciertos momentos de melancolía y cierta tristeza. Aún no he tenido la oportunidad de salir a conocer bien mi barrio en Sant Feliú de Llobregat, y salvo un par de tardes, no me he sentado en ninguna terraza a tomarla y escuchar a la gente a mi alrededor. Añoro a mi familia, a mis amigos y amigas de cualquier lugar de origen o residencia, a la gente que me confortaba con su cercanía física, que sigo sabiendo ahí a pesar de los kilómetros que nos separan. Abrazaría a todas y cada una de ésas personas que han pasado el tiempo suficiente cerca como para conocernos, hasta sentirnos saciadas de cercanía y tierno amor.

Son pocos ratos los que paso abatido, con la mirada perdida y pensando en nada concreto. Intento no fomentar los pensamientos que me llevan a ésa sensación, evitar las ideas que se quedan dando vueltas y más vueltas en la cabeza, mientras fuerzan las comisuras de los labios en dirección al suelo.

La mayor parte de los días me los paso sonriendo, haciendo bromas con los compañeros de la oficina, recordando los viajes con Neni, imaginando la próxima Pantumacona pedaleando por Barcelona con un montón de ciclistas de la BiciCrítica, con quienes hace demasiados meses que no comparto calzada... Sonrío por lo afortunado que soy, por la sensación de tener a toda la gente que necesito al alcance de una llamada, por saberme favorecido por el Kharma por todas las cosas buenas que tengo, por toda la familia que quiero y me quiere, por toda la gente que me hace ser como soy.

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